Ecografía
Es una prueba diagnóstica radiológica rápida y eficaz que no utiliza radiación ionizantes, no comporta ningún riesgo, por ello se puede usar durante el embarazo. La usamos para diagnosticar y evaluar las alteraciones en muchas partes del cuerpo.
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¿En qué consiste?
La ecografía es un método de diagnóstico rápido y eficaz para el estudio de muchos órganos. Es una técnica que usa ultrasonidos de alta frecuencia para definir estructuras de los órganos internos del cuerpo. El ecógrafo emite estos ultrasonidos y los convierte en puntos que son procesados por un ordenador y convertidos, a su vez, en imágenes.
La ecografía tiene como principal ventaja que no utiliza radiación ionizante, por lo que no supone riesgos para los fetos en las mujeres embarazadas. Es fundamental que el médico que realiza la ecografía tenga una formación muy específica, ya que
las decisiones diagnósticas se toman en el acto. Igualmente requiere de equipos de alta calidad con capacidad de realizar las exploraciones necesarias.
En HT realizamos además novedosas aplicaciones de la ecografía:
- Elastografía: Estudia la elasticidad de los órganos o tejidos para detectar tumores malignos o benignos. Se realiza fundamentalmente en estudios hepáticos y mamarios, entre otros.
- Ecografía 4D: Ecografía tridimensional que permite observar al feto en movimiento en tiempo real y así detectar con mayor precisión cardiopatías congénitas o malformaciones genéticas.
- Doppler pulsado a color: Estudio de los flujos en el centro o en la periferia de un vaso sanguíneo. Es una técnica de gran utilidad en el estudio de patologías vasculares.
¿Cómo se realiza?
El paciente se tumba y se le aplica un gel conductor claro a base de agua en el área del cuerpo que se quiere evaluar para facilitar la transmisión de las ondas sonoras.
Una sonda manual llamada transductor se desplaza sobre la zona de estudio. Eventualmente se le pide al paciente que cambie de posición para poder examinar otras áreas.
En determinadas pruebas (como las ecografías transvaginales o transrectales) hace falta introducir la sonda dentro del cuerpo pero, en la mayoría de estudios ecográficos, tan solo es necesario pasarla sobre la piel.
¿Para qué se usa?
Las ecografías se utilizan para diagnosticar y evaluar las alteraciones en muchas partes del cuerpo. Es una prueba importante para llegar al diagnóstico correcto de determinadas enfermedades, pero en ningún caso es sustitutiva de otras exploraciones.
¿Cuánto dura?
La ecografía es una prueba muy rápida que suele durar de 5 a 10 minutos aproximadamente. Algunas exploraciones como las vasculares suelen tener mayor duración, de 15 a 30 minutos.
El tiempo exacto de la ecografía dependerá del tipo de estudio.
¿Es una prueba segura?
Es completamente segura e indolora.
No comporta ningún riesgo ni efectos secundarios, por ello se puede utilizar durante el embarazo, sin temor a que pueda dañar al feto u órganos internos de la paciente. También se puede realizar sin ningún tipo de riesgo en niños.
Además, en términos generales, los procedimientos ecográficos originan poca incomodidad. El gel conductivo puede resultar un poco frío y húmedo.
¿Cómo es su preparación?
No todos los tipos de ecografías necesitan una preparación específica, pero muchos de sus estudios sí la requieren. En este último caso, nuestro personal, al citar al paciente, le indicará las pautas a tener en cuenta; que varían dependiendo de la zona que va a estudiarse en la ecografía. Por ejemplo:
- Ayuno en las ecografías abdominales.
- Vejiga llena. Beber agua y no orinar antes de la prueba en las ecografías renovesicales, prostáticas y pélvicas suprapúbicas.
¿Qué ocurre después del estudio?
Una vez finalizada la exploración, el paciente no debe tener ningún cuidado especial. Normalmente el radiólogo va estudiando las imágenes que va obteniendo al realizar la ecografía y el paciente dispone de sus resultados una vez terminada la prueba.
También se podrá acceder al estudio desde el Portal del Paciente de nuestra página web, en el apartado “Entrega de resultados”